17 cuevas rupestres de la vertiente cantábrica ingresan en el Patrimonio Mundial

El pasado 8 de julio, la UNESCO reveló el nombre de los 27 lugares que este año se suman a lista del Patrimonio de la Humanidad. Las candidaturas seleccionadas, divulgadas en Québec (Canadá) durante la 32ª Conferencia del Comité del Patrimonio Mundial, se dividen en 19 bienes culturales y ocho sitios naturales, cinco más que en 2007.

Entre los enclaves inscritos se hallan 17 cuevas rupestres pertenecientes a la cornisa cantábrica y sitas en Euskadi, Cantabria y Asturias. Todas ellas han entrado a formar parte de la declaración de la Cueva de Altamira (en Santillana del Mar), obtenida 1985.

El reconocimiento de la UNESCO ha recaído en las grutas cántabras de Chufín, Hornos de la Peña, El Castillo, La Pasiega, Las Monedas, el Pendo, La Garma y Covalanas; en las cuevas vascas de Santimamiñe (Kortezubi), Ekain (Zestoa) y Altxerri (Aia), y en las asturianas de Tito Bustillo (foto), La Peña de Candamo, Llanín y el Pindal.

La iniciativa de proponer estos lugares como aspirantes a Patrimonio de la Humanidad ha sido impulsada conjuntamente por los gobiernos de Euskadi, Cantabria y Asturias. Según una información publicada por El País, los tres ejecutivos defendieron ante la UNESCO el número y la densidad de las cavernas decoradas situadas en el norte de España, su buen estado de conservación, su amplio repertorio iconográfico, la diversidad de técnicas y estilos que reúnen y la antigüedad de las pinturas parietales que atesoran, y que las convierten en uno de los ejemplos de arte prehistórico más importantes de Europa.

A la hora de de justificar el ingreso de las cuevas en la lista del Patrimonio Mundial, la UNESCO estimó que éstas se ceñían a los criterios I y III, de entre los 10 estipulados por el organismo: ser una obra maestra de la creatividad humana (en el primer supuesto) y constituir un testimonio excepcional de una civilización ya desaparecida (en el tercer caso).

Junto a las 17 grutas, también fueron declarados Patrimonio de la Humanidad otros 26 lugares. Entre los bienes culturales, se cuentan el templo de Preah Vihear (Camboya), Fujian Tulou (China), la meseta de Stari Grad (Croacia), el centro histórico de Camagüey (Cuba), las fortificacions de Bauvan (Francia), la arquitectura modernista estatal de Berlín (Alemania), los complejos monásticos armenios en Irán, los lugares sagrados de Baha’i en Haifa y Galilea occidental (Israel), Mantua y Sabbioneta (Italia), los bosques Mijikenda Kaya (Kenya), Melada y George Town (ciudades históricas del estrecho de Malaca, Malasia), San Miguel y el santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco (México), el paisaje cultural de Le Morne (Mauricio), las superficies agrícolas de Kuk (Papua Nueva Guinea), el centro histórico de San Marino y el monte Titano (San Marino), el sitio arqueológico de Al-Hijr (Arabia Saudí), las iglesias de madera de los Cárpatos (Eslovaquia), el paisaje cultural de Albula/Bernina (Suiza e Italia) y los dominios de Roi Matas (Vanuatu).

Entre los bienes naturales, la UNESCO ha distinguido los Jogging Fossil Cliffs (Canadá), el Parque Nacional del Monte Sanqingshan (China), los ecosistemas de Nueva Caledonia (Francia), Surtsey (Islandia), Saryarka y los lagos del norte de Kazajstán, Biosfera de la Mariposa Monarca (México), el área tectónica de Sardonia (Suiza) y el archipiélago de Socotra (Yemen).

Como extensiones, se han añadido los centros históricos de Berat y Gjirokastra (Albania), los ferrocarriles de montaña de la India y las fronteras del imperio romano (Reino Unido), además de las cuevas rupestres ya citadas.

Por primera vez, los Estados de San Marino, Arabia Saudí, Vanuatu y Papua Nueva Guinea han conseguido inscribir uno de sus bienes en la lista de bienes protegidos promovida por la UNESCO.

Tras estas 27 incorporaciones, el Patrimonio Mundial cuenta con 878 lugares inscritos, de los cuales 679 son de carácter cultural y 174 de tipo natural, mientras que los 25 enclaves restantes son mixtos.

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